jueves, 29 de octubre de 2009

Bienvenidos al maravilloso mundo del Real Madrid. ¡Pasen y vean!


Parece que no corren buenos tiempos por la Casa Blanca. Desde mi posición, como barcelonista, lo más fácil sería echarme a reir y no parar. Y es que la ocasión bien lo merece, porque el Real Madrid, a día de hoy, se asemeja más a una cómica función de payasos del Circo del Sol que al club de fútbol que presume de ser el mejor del siglo XX.
Sin embargo, como la situación ya empieza a ser crónica, y por habitual, empieza a perder gracia, trataré de dar diagnóstico (que no tratamiento) a los síntomas de ese mal conocido como madridismo.

El madridismo se resume principlamenete como un sentimiento exacerbado de superioridad sin que ésta exista. Una prepotencia sin potencia. Es algo así (por supuesto a menor escala) como cuando la afición del Atléti se enfada cada año porque no consiguen los títulos que esperan conseguir, aun cuando todo el mundo sabe que tienen un equipo para luchar por estar entre el 4º y el 6º si todo sale bien. Y es que al igual que el Atleti se cree que sigue siendo grande, el Madrid piensa que aún juegan Puskas, Gento y El Caudillo.

Los últimos años el Madrid se ha caracterizado por hacer un pésimo juego y sin embargo ser bastante competente en cuanto a resultados. Algo que ya creó una fuerte controversia entre los resultadistas y los defensores del buen juego.
Desde tiempos inmemoriales, "la grandeza de éste club" se ha basado en victorias y títulos en blanco y negro. Sin embargo, esa prepotencia y sentimiento de superioridad sin que exista tal ha hecho que no sólo quieran ganar, sino que también quieran jugar al fútbol como lo hace el F.C Barcelona. O tal vez, simplemnete, jugar al fútbol (en el fondo no es tanto pedir). Esa dualidad imposible entre resultados y juego le han creado muchos problemas. Pero es que aún hay más. La dualidad se conviertió en trinidad, y el glamour fué también requisito imprescindible.

Echemos un vistazo a las estadísticas. En 2003 se despidió a Del Bosque (le faltaba mucho glamour al salmantino) y desde entonces 9 entrenadores (!y 6 presidentes!) y todos con dos cosas en común. Una es que a todos ellos les faltaba al menos una de las tres cosas que pedía la todopoderosa entidad blanca. La otra cosa que tenían en común los 9 técnicos; un desierto de títulos.

El nuevo proyecto deportivo de Florentino Pérez prometía (despropósitos a parte). Buenos fichajes (por fin), un buen entrenador al que además le gusta jugar bien al fútbol (por fin) y toda la ilusión de sus aficionados. Sin embargo, dos malos partidos del Madrid hacen saltar todas las alarmas. Se piden cabezas. De jugadores, de directivos y como siempre, del entrenador.
La cuenta atrás ya está en marcha, y de momento parece que la historia se volverá a repetir. La falta de personalidad entre los dirigentes blancos está otra vez a prueba. Yo mientras seguiré disfrutando del espectáculo que nos dan estos fantásticos domadores, mujeres barbudas, malabaristas y trapecistas.

lunes, 26 de octubre de 2009

Los dueños del destino


"Fin de ciclo para el FC Barcelona" es uno de los curiosos titulares que se podían leer en las páginas de los principales diarios deportivos después de la derrota en el Nou Camp frente al FC Rubin Kazan.

Por aquel entonces el Barça había ganado de forma contundente todos sus partidos a excepción del empate a cero en su visita a Mestalla y de la mencionada derrota ante el equipo ruso. Aún así, el FC Barcelona había conseguido igualar el mejor arranque liguero de su historia. Hasta que se topó con el mejor Valencia CF, al que a pesar de dominar durante todo el partido, fué incapaz de doblegar.

Tres días más tarde, los azulgranas recibieron en su campo al Rubin de Kazan. Y una vez más, el dominió del equipo de Guardiola fué cuanto menos insultante. 72% de posesión de balón, 27 tiros (12 de ellos a puerta) y 11 corners fueron las estadísticas con las que el Barça demostró ser superior, al menos en juego. A pesar de ello, acabaron perdiendo 1-2 al encajar los dos únicos tiros a puerta que hicieron los rusos. Para algunos de esos fanáticos y exaltados que se hacen llamar periodistas, esta primera derrota de la temporada junto a su ineptitud para encontrar noticias reales, fué motivo suficiente para poner en duda el trabajo de los profesionales del Barça. Xavi salió en rueda de prensa diciendo que lo del fin de ciclo eran "bobadas y tonterías", y ayer, cinco días después, el Barça le endosó un rotundo 6-1 al Real Zaragoza. Fin de crisis. Los metepatas con dignidad rectifican, y escriben titulares como "¿Quién dijo fin de ciclo?". Otros en cambio, la mayoría, se limitan a escribir la crónica del partido y a elogiar al equipo. Como si nada hubiese pasado.

Lo peor de todo es que éstas frecuentes negligencias pasan inadvertidas, y hoy por hoy el FC Barcelona es una apisonadora, pero éste tipo de rumores periodísticos pueden terminar creando dudas e inetabilidad. Así acabaron, por ejemplo, con el buen trabajo del mejicano Javier Aguirre como entrenador del Atlético de Madrid. Una de los trabajos más limpios (obserevese la expresión mafiosa) fué el acabar con la carrera de Ronaldinho en España, y el poder de la prensa parece no tener límites.

Por el momento, los zizañeros permanecen al acecho de cualquier desliz del rival para echar leña al fuego y esperar a ver si arde. Con Messi ya lo han intentado varias veces, pero por el momento el jugador argentino es demasiado superior en el campo y querido en la grada para destruirle (al menos por el momento). Y este Barça parece muy superior en juego y resultados a todos los demás equipos, pero ya se sabe que tanto va el cántaro a la fuente, que la montaña irá a Mahoma...

domingo, 18 de octubre de 2009

África despierta. Ya estamos aquí


La selección ghanesa de fútbol se acaba de proclamar, por primera vez en la historia, campeona del mundo sub-20, derrotando en la final al todopoderoso equipo de Brasil, cuatro veces campeón del torneo.

Ningún equipo africano había logrado jamás inscribir su nombre entre los ganadores de este campeonato, que se disputa desde hace 32 años. Históricamente, las selecciones africanas nunca han destacado como grandes potencias mundiales en el fútbol. Pero si echamos un vistazo a las estadísticas, podemos ver que equipos como Mali, Egipto, Nigeria, Marruecos y principalmente Ghana, han ocupado los puestos de honor en los últimos mundiales de fútbol sub-20. Cuando se trata de categoría sub-17, la estadística es incluso más favorable, aunque no lo consideraré como significativo al entender que los países africanos tienen un desarrollo físico más prematuro.

Para algunos, la victoria de Ghana en el mundial de fútbol sub-20 puede que tan solo sea una victoria más, y que un país africano, algún día tendría que ganar. Para otros puede que se trate de una victoria aislada de un grupo de futbolistas bien preparados, independientemente de su nacionalidad. Pero para mí, esta victoria se trata de algo más. Se trata de la confirmación de un rumor. De lo que muchos decían pero pocos se creían de verdad. Metafóricamente podríamos decir que el continente africano se está quitando la venda de los ojos. Y se me hace muy facil para ejemplificar mejor lo que está pasando, pensar en un spot de televisión hecho por el Atlético de Madrid en el que el Mono Burgos asomaba la cabeza por una alcantarilla y se decía aquello de "ya estamos aquí". Y "ya estamos aquí" es lo que parece querer decir África, representada esta vez por Ghana, para demostrar al mundo que su potencial es infinito.

Si no es casualidad el crecimiento de las selecciones nacionales africanas, tampoco lo es la importancia individual que cada vez más tienen los jugadores africanos en los equipos europeos más importantes del momento. El equipo más regular de la Premier League en los últimos años, el Chelsea F.C tiene en los marfileños Essien y Drogba dos de sus jugadores imprescindibles. En el F.C. Barcelona es vital la influencia de hombres como Toure Yaya (Costa de Marfil) o Keita (Malí). No menos importante es la participación del maliense Sissoko como músculo de la Juventus de Turín. Sin olvidar, por supuesto, al camerunés Samuel Eto´o, que ha batido todos los registros goleadores de La Liga y ahora se ha convertido en el fichajes estrella del Inter de Milán.

Para acabar, solo quiero decir que esta parrafada no pretende avisar ni predecir del crecimiento de África en el deporte, porque es algo demasiado evidente como para jugar a creerse profeta. Tan solo quiero recordar que África sigue despertando y que por el momento, las únicas limitaciones que se puede encontrar su inevitable desarrollo son las que la pobreza les quiera poner.

jueves, 15 de octubre de 2009

Joan Laporta: No está tan mal

La expresión romper una lanza a favor de algo o alguien, proviene de las justas mediavales, cuando un caballero rompía una lanza antes de luchar para defender el honor de otra persona.
Y yo, desde este modesto blog, quiero eso; defender el honor de Joan Laporta.

El presidente del F.C. Barcelona ha sido injustamente criticado. Se le han reprochado, a lo largo de su mandato, tanto los resultados del equipo, como su vida personal. Cuando la verdad es bien distinta.

En lo deportivo solo cabe decir chapó. 3 Ligas, 2 Ligas de Campeones y 1 Copa del rey es el envidiable botín conseguido durante sus 5 años de presidencia.
Por si a alguien aún le parece poco probaré a utilizar lo que mejor funciona en este país a la hora de valorar las cosas, la comparación. Durante los 6 años que duró Florentino Pérez al frente del Real Madrid, los blancos consiguieron 2 Ligas, 1 Liga de Campeones y ninguna Copa del Rey. Un balance decente, aunque muy por debajo del obtenido por el F.C. Barcelona de Laporta, y sin embargo medido por distinto rasero.

Pero 6 títulos, incluyendo 2 copas de Europa (en toda la historia anterior del club sólo se había conseguido una), en 5 años para algunos debió saber a poco, y después de 2 años sin títulos (2º y 3º en Liga y semifinalista de las copas de Europa y del Rey) se ven pañoladas y se escuchan gritos de "Laporta dimisión" en el Camp Nou, e incluso se llega a proponer una moción de censura contra Joan Laporta.
Llegado a éste punto me planteo dos posibilidades. Y no se si es que el aficionado del F.C. Barcelona se ha malacostumbrado en estos últimos años de "pésima gestión presidencial" o es que la prensa madrileña tiene más influencia de la deseable y una vez más logró lo que se propuso (crear inestabilidad). Con el corazón me gustaría que fuese la primera opción, aunque me temo que lo que ocurre es lo segundo.


Visto así no parece un mal proyecto deportivo el propuesto por el señor Laporta, pero aún hay más.
En los últimos años se ha potenciado (o recuperado) el tipo de juego que caracteriza al Barça, y que tan feliz hace a los aficionados objetivos al fútbol, pasiones desmesuradas al margen.
Y eso, permitanme que se lo diga, lo ha conseguido el President Laporta con todo su equipo.
Por supuesto que no lo ha conseguido él sólo, pero ha sabido siempre rodearse de la gente oportuna en cada momento.
Ha contado con dos entrenadores, Frank Rijkaard y Pep Guardiola. Ningún pero hacia ellos.
Ha acertado también de lleno con sus fichajes; Ronaldinho, Eto´o, Deco, Giuly, Belletti, Larsson, Piqué, Alves, Toure Yaya...
Y lo más importante, ha potenciado el trabajo en la cantera, consiguiendo lo que prometió como prioridad nº 1 antes de ser elegido presidente. No es casualidad que durante estos 5 años se hayan consagrado los Messi, Iniesta Bojan o Piqué. Y no duden ni un solo momento que el legado continuará.

Sin embargo, el centro de las críticas a Laporta se ha centrado en sus apariciones en prensa al margen del club.
El señor Joan Laporta (no confundir con el Presidente Laporta), tiene, como todos los ciudadanos, unas ideologías políticas. Y tiene, como todos los ciudadanos españoles, el supuesto derecho a expresarlas sin salirse de la legalidad.
Me hace mucha gracia cuando se dice que no puede expresar lo que piensa cuando un sábado por la mañana vive su propia vida porque está representando al F.C. Barcelona. Y es que si eso es cierto, al fin y al cabo todos estamos representando a algo o a alguien. ¿Por qué un presidente del gobierno puede posicionarse por un club y un presidente de fútbol no puede hacerlo por una tendencia política? La respuesta es fácil: por hipocresía.

Al señor Laporta se le criticó por apoyar una manifestación independentista o cuando ha apoyado actos de CiU o de Esquerra Republicana, pero sin embargo nadie se escandaliza cada vez que Florentino Pérez aparece junto a miembros del Partido Popular.
Se arma un vocerío desmesurado en torno a Laporta cuando alguien saca a la luz un supuesto caso de espionaje del que nada sabe el Presidente, pero nadie se escandaliza cuando el actual presidente del Real Madrid recalifica terrenos a precios incoherentes en Madrid, ciudad de la que casualmente fue concejal. Como su amiga y hoy Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.
Tampoco se alarma nadie cuando la Casa Blanca es investigada por el Caso Gürtel. O cuando reciben créditos millonarios de Caja Madrid pertenecientes a los fondos de responsabilidd social y que nunca serán devueltos. Pero nada de eso tiene importancia, tan solo importa lo que realmente es grave; que el señor Laporta se siente catalán.

Para terminar, utilizaré unas famosas palabras que dijo Joan Laporta que aunque fueron muy criticadas (cómo no), las sentí como si las dijera yo mismo, y es que "me están embaucando a alguno de ustedes y no me gusta que les engañen, no caigan en la trampa y estén al loro", que el Barça, como Laporta, "no están tan mal".